La meta se cumplió
Por Rodrígo Azurmendi
ESPNDeportesLosAngeles.com
Fernando Álvarez y Guillermo Celis analizan el segundo encuentro de los playoffs entre los Bravos de Atlanta y los Dodgers de Los ÁngelesTags: espn deportes, luis alfredo alvarez, guillermo celis, dos en base, los angeles dodgers, atlanta braves, bravos, zack greinke, mike minor
Análisis: Duelo de pitcheo en Atlanta
Muchos de los jugadores de la plantilla dijeron en la previa que el objetivo principal era regresar al Chávez Ravine con una victoria en el bolsillo, para de esa manera poder finiquitar la serie en su casa.
Y eso, por más que le pese a Jason Heyward, Craig Kimbrel y compañía, fue exactamente lo que consiguieron.
Los angelinos se robaron el primer juego en el Turner Field, y a lo largo de los primeros 18 innings de esta reyerta al mejor de cinco juegos dejaron la mejor imagen.
El picheo abridor, el factor clave en el beisbol de postemporada, fue brillante, y Clayton Kershaw y Zack Greinke estuvieron exactamente a la altura de las expectativas.
Ambos ases hicieron de las suyas, y aunque no mostraron su mejor nivel, dieron funciones de un calibre que cualquier ofensiva quisiera tener.
Realmente a estos no se les puede pedir mucho más, y por eso los Dodgers ganaron de manera relativamente cómoda el primer partido y tuvieron chances hasta el final en el segundo.
Quizás un tema para reprocharle a Don Mattingly es la rapidez con la que retiró del juego a Greinke, ya que solo había tirado 83 picheos sobre seis capítulos.
Está claro que la razón principal fue para sacarle el bate de las manos (los blanquiazules estaban en desventaja), pero la decisión complementaria de darle la bola al inexperto Chris Withrow fue al menos contradictoria.
La ofensiva le había demostrado a lo largo del juego que se encontraba a solo un paso de dar vuelta el marcador, y aunque cada out vale oro en esas instancias, quizás lo más sensato parecía dejar a Greinke en la lomita (estaba de 2-0 pero es de los mejores lanzadores bateadores) y mantener el curso.
Obviamente esto es fácil decirlo con el resultado puesto.
Withrow (junto a Paco Rodriguez y Ronald Belisario) falló, y la ofensiva de los Dodgers eventualmente consiguió el hit ansiado con un bombazo de Hanley Ramírez, aunque el daño ya estaba hecho.
Luego ingresó Kimbrel y apagó las luces, como tiene acostumbrados a todos.
Por eso, quizás la mayor enseñanza que se pueda sacar de la derrota es que este equipo parece saber exactamente lo que tiene que hacer. Solo deben dejarlos jugar, e interferir lo menos posible.
El picheo fue magnífico, como mencioné, y la ofensiva fue aún mejor que la de los Bravos.
Los Dodgers tuvieron más hits (10 contra seis) y boletos (cuatro contra tres), pero cayeron en tres costosísimas dobles matanzas, y terminaron de cavar su tumba con el error en las bases de Dee Gordon.
En total dejaron a siete corredores en base, y batearon de 7-2 cuando tuvieron gente en posición anotadora.
Los números son buenos, pero el viernes la defensa de Atlanta fue mejor.
Ambos aspectos son sostenibles, ya que el picheo de los Bravos puede ser intocable por momentos, pero la ofensiva de estos Dodgers no le se baja a nadie, aún sin Matt Kemp o Andre Ethier.
Los Dodgers dejaron una buena imagen, y aunque el resultado final no fue el esperado, hay mucho para rescatar.
Será cuestión de mantener el rumbo, y dejar que su fanaticada, sedienta de títulos durante 25 años, se encargue del resto.
LA OPINION
Dodgers tienen tarea ante los Bravos de Atlanta
Novena angelina tratará hoy de sofocar la rebelión de los Bravos
Por:
Carlos Alvarado Cuando a Don Mattingly le informaron que los Bravos de Atlanta serían el rival en la postemporada, el mánager de los Dodgers se limitó a comentar que "es un equipo complicado", nada más.
Esta tarde, sus huestes regresan al Dodger Stadium con la tarea de terminar con las ambiciones de una tribu sureña que llega a esta ciudad en pie de guerra y así no volver el miércoles al Turner Field a ver las hachas amenazantes en un quinto juego que definiría el boleto hacia la siguiente ronda.
Clayton Kershaw no tuvo complicaciones en la primera cita de la Serie de División con un asfixiante trabajo remachado con 12 ponches.
El nombre del estelar zurdo en la rotación de abridores sumado al de Zack Greinke y Hyun-Jin Ryu fortaleció los vaticinios que señalan a los Dodgers como favoritos no solo para avanzar a la Serie de Campeonato sino hasta la Serie Mundial.
Greinke, ese derecho que consulta con su cabeza en cada lanzamiento al estilo de Greg Maddux, puso su parte tirando seis innings en los que permitió dos carreras y cuatro hits en el segundo encuentro.
Fue el bullpen el que falló, sobre todo el zurdo cubanoamericano Paco Rodríguez, víctima de un sencillo con las bases llenas de Jayson Heyward en la séptima entrada que garantizó el triunfo que puso fin a siete victorias seguidas de Dodgers en series divisionales, una racha que comenzó en 2008.
En tanto, el zurdo Mark Minor, se encargó de ahogar a la temida ofensiva de los azules, menos a Hanley Ramírez.
El estelar paracorto dominicano fue el autor de las tres carreras de los Dodgers, una con doble en el primer inning y otras dos con cuadrangular en el octavo ante el relevista David Carpenter.
"Es clave haber ganado un partido fuera de casa", dijo Ramírez, quien se convirtió en el segundo pelotero en la historia de Grandes Ligas en conectar dos dobles y un jonrón en sus primeros dos juegos de una postemporada.
El primero fue obra de otro miembro de los Dodgers, Ron Cey.
El recordado "Pingüino" lo logró en el segundo partido de la la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del año 1974.
"La fanaticada en Los Ángeles se volverá loca el domingo [hoy]. Eso espero", añadió Ramírez, una de las grandes bujías ofensivas de los angelinos, que el viernes fue víctima de tres dobles matanzas.
"Definitivamente tuvimos muchas oportunidades. Necesitábamos un gran hit y no fuimos capaces de conectarlo. Tenemos que hacer un mejor trabajo con hombres en base", comentó Adrián González.
"Trataremos de terminar en casa", sentenció el toletero zurdo e inicialista titular mexicano, a quien con justicia le llaman el "Titán".
Los Dodgers intentarán rematar a los Bravos en el parque Chávez Ravine soltando para el tercer partido de la serie a Hyun-Jin Ryu (14-8) en la temporada regular.
El zurdo surcoreano sube con efectividad de 2.12 en dos aperturas contra los campeones de la División Este. En ambas salió sin decisión.
Por otro lado, el piloto cubano de los Bravos, Fredi González, enviará a la lomita de los sustos al colombiano Julio Teherán, que justo tiene el mismo récord del surcoreano en la campaña regular.
Una versión de este artículo se publicó en la edición impresa de La Opinión del día 10/6/2013 con el título "Dodgers tienen tarea"
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