M., VIII, 481. Fijémonos aquí en la comparación que hace Sexto de los argumentos con una escalera que tuviese que ser arrojada después de habernos servido de ella.
Salvando todas las distancias, podemos intuir que Wittgenstein debió de haber pensado en algo parecido cuando escribió lo siguiente: «Mis enunciaciones son de tal condición que aquél que me comprende termina por considerarlas carentes de sentido, siempre que el que comprenda haya salido a través de ellas fuera de ellas. (Por así decirlo
debe tirar la escalera después de haber subido por ella)». WITTGENSTEIN, L.,
Tractatus Logicus-Philosophicus, 6. 54.