Contacto en Italia Autor Cynthia Rodríguez Edición noviembre 2009 editorial debate El pacto entre Los Zetas y



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13 México y las nubes.., de cocaína


“Ella es bella lo sé! ha pasado el tiempo y yo/la tengo en la sangre todavía. / Yo quisiera, yo quisiera! regresar allá donde está ella pero sé que no iré. / Éste es un amor de contrabando / mejor estar aquí sentado a ver el cielo delante de mí... / México y las nubes / la cara triste de América! el viento sopla su armónica! qué ganas tengo de llorar... / México y las nubes / la cara triste de América! el viento sopla su armónica! qué ganas tengo de llorar.. .“, dice una canción muy famosa en Italia que se titula “Messico e nuvole” (México y las nubes), escrita hace ya casi 40 años, pero cuya letra, hoy más que nunca, parece estar vigente.
Después de que se dio a conocer el Operativo Solare, algunos periódicos comenzaron a utilizar el título de la canción para encabezar las notas sobre el problema del narcotráfico en el país. Por ejemplo: el Corriere della Sera encabezó “México y las nubes de coca”,2 el 29 de septiembre de 2008, un amplio reportaje sobre lo
“Messico e nuvole” fue escrita en 1970 por el compositor Vito Pallavicini (1924—2007) para el cantante milanés EnzoJannaci (1935). La música la compuso el cantautor piemontés Paolo Conte (1937), quien, junto con Pallavicini, son responsables de grandes éxitos de la música italiana. De los muchos cantantes que han interpretado “Messico e nuvole” destacan últimamente las versiones de Fiorella Mannoia y Giuliano Palma & The Bluebeaters, ambas disponibles en Youtube.
2 Guido Olimpio, “México y las nubes de coca. La guerra civil de la droga”, Corriere della Sera, 29 de septiembre de 2008.

MÉXICO Y LAS NUBES... DE COCAÍNA

El conductor al que se refiere el reportaje del Corriere della Sera es Alejandro
Fonseca Estrada, asesinado a balazos el 23 de septiembre de 2008 en la ciudad de
Villahermosa, Tabasco. A este periodista, de 33 años, se le conocía también como El
Padrino Fonseca,
por su programa radiofónico matutino que se llamaba, precisamente,
El Padrino. Fonseca era un activista contra el crimen organizado y además presidía una
asociación civil.

señaló:


2009.

MÉXICO Y LAS NUBES... DE COCAÍNA

Esther Sánchez, “Narcoguerra alcanzó a civiles”, El Universal, 1° de enero de

Alejandro Jiménez, Videocolumna: “Ponen países en alerta sus Sistemas de revisión en aduanas y aeropuertos; catalogan a mexicanos de narcotraficantes, como lo hicieran a los colombianos”, El Universal on line, disponible en http://www.eluniver— sal.com.mx/hemeroteca/edicion_impresa_20090101.html, 16 de diciembre de 2008.

que estaba ocurriendo entonces, dibujando el panorama de muer tes por todo el país.
Desde Zamora, Michoacán, hasta Ayutla de los Libres, Guerrero; desde Tijuana hasta La Marquesa, en el Estado de México; desde Villahermosa, en Tabasco, hasta Baja California el reportero Guido Olimpio narraba las muertes de funcionario de la policía, ciudadanos y aun la de un conductor de radios que denunciaba el secuestro de personas, en una guerra que entonceí llevaba mucho tiempo.
Guido Olimpo escribía en septiembre de 2008:
La lista podría avanzar más durante días, en una larga letanía de muerte y sangre que está llevando a México al abismo. Hay día en los que ese país supera, en la cuenta de los muertos asesinados, Irak y Afganistán. En Bagdad las decapitaciones ahora son raras; ei México son casi cotidianas, símbolo de la guerra que se está c:z:
tiendo. Un encuentro total: narcos contra narcos, bandidos contr la ley, Ejército contra los policías infieles. Con los traficantes inso— lentes, trucos, impunidad.
Se sienten los patrones a tal punto que se permiten escribir los periódicos, publicar anuncios para reclutar a policías ofrecién—1 doles buena paga, ayuda para sus familias y beneficios, firmar las masacres que ocasionan con volantes, en ocasiones amenazantes (“es lo que les espera a los enemigos, ja ja ja”), dejados sobre los cadá— veres. Tantos cadáveres. Las cifras dicen mucho. Tres mil las víctimas sólo en 2008.

Desgraciadamente, el periodista italiano se quedó corto en sus cifras, ya de por sí escandalosas. El número de muertos en 2008 a causa del narcotráfico fue de 5 630, según reportó el periódico El Universal de la ciudad de México en su edición del 1° de enero de 2009.


“La cifra de 2008 representa un incremento del 110.6% frente a las 2673 muertes que se registraron en 2007, el primer año completo del presidente de México, Felipe Calderón, en el poder”, señalaba entonces la nota periodística.
Quince días antes, el columnista de ese mismo diario, Alejandro Jiménez,5 afirmaba que algunos países habían comenzado a fortalecer sus sistemas de seguridad contra los mexicanos sobre todo en aduanas y aeropuertos, es decir, para los mexicanos las revisiones comenzaban a ser más exhaustivas por la mala fama creada gracias a las organizaciones criminales del país
Jiménez, en su Videocolumna del 16 de diciembre de 2008,
Ni modo, los mexicanos somos los nuevos colombianos. Estados Unidos, Guatemala y Perú han puesto en alerta sus sistemas de seguridad internacional contra los ciudadanos de nuestro país, por sus potenciales nexos con criminales de la droga. Esto que parece exagerado, no es más que lo mismo que nosotros y otros países latinoamericanos hicimos contra los colombianos hace 10 años, con— siderándolos a todos narcotraficantes en potencia, lo que hizo que las revisiones aduanales y de aeropuerto, así como las condiciones para otorgarles visa fueran excepcionales.

Pero no sólo para los colombianos: en realidad, las revisio_ nes se aplicaban a cualquiera que viajara a Colombia en sus años más negros. Sólo por pisar suelo colombiano, uno se convertía en sospechoso.


Hoy, a siete meses de distancia de aquella opinión, los países que están en alerta contra los mexicanos son muchos más y cual— quiera que viaje al extranjero podrá corroborarlo. Incluso en paí— ses donde antes los mexicanos no necesitábamos visa para entrar, hoy no es así.
Y razones no faltan, pues a pesar de que los grandes envíos c!:
cocaína se mueven vía marítima, miles de kilos también viajan en avión y, la mayoría de las veces, en las maletas de los pasajerc
donde cada vez hay algún mexicano involucrado.
El 15 de julio de 2009, la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior, dependiente de la Secretaría de R.... ciones Exteriores, a través del sistema INFOMEX del gobierno fede— ral, respondió a la solicitud 0000500080609 donde, con motivo de esta investigación, pregunté sobre el número de mexicanos d::: nidos en el extranjero por delitos contra la salud en lo que va dei sexenio de Felipe Calderón, especificando el caso italiano.
Esta oficina informó que los casos atendidos por la red diplo-, mática consular de México en el mundo en lo que va del sexenio61 cuenta con informes de que había 46637 mexicanos detenidos en otros países, de los cuales 5 112 eran por delitos contra la salud. De éstos, sólo 11 había en Italia.
Lo que nunca se podrá saber es cuántas personas logran pasar sin ser detenidas.
Es necesario aclarar que, en lo que se refiere a los aprehendidos, aun para las autoridades es imposible contar con un universo completo, pues, según explicó José Luis Yunes, jefe de la cancille— 6 La respuesta de la Dirección General de Protección de Mexicanos en el Exterior tomó en cuenta el periodo del l de diciembre de 2006 al 29 de junio de 2009.

ría en la Embajada de México en Roma, éstos no siempre solicitan el apoyo consular, aunque las autoridades del gobierno donde se les aprehende tienen la obligación de comunicarlo a los consulados correspondientes.


El teniente Giuseppe Di Stassio, perteneciente a la Guardia de Finanza italiana y que trabaja en el aeropuerto de Fiumicino, señaló que, además, muchos detenidos, sin importar el país del que provengan, también se niegan a notificar a los familiares.
“A pesar de que los detenidos tienen el derecho de avisar a algún familiar, muchos de ellos no lo hacen. Seguramente por miedo, pues muchos de estos correos humanos viajan amenazados”, explicó Di Stassio con motivo de la más reciente detención de un mexicano, antes de terminar este trabajo, en el aeropuerto de Roma, y quien en ese momento no quiso dar aviso a nadie.
El 16 de junio de 2009, en el aeropuerto Leonardo Da Vinci de la ciudad de Roma, también conocido como Fiumicino, oficiales de la Guardia de Finanza detectaron en ese mismo día a dos personas que trataban de introducir 11 kilos y medio de cocaína en conjunto. Cada uno, proveniente de América, pero en vuelos y de destinos distintos, en horarios diferentes, intentó pasar su “pequeño” cargamento a la Unión Europea.
El primero, un mexicano de 33 años que había hecho escala en la ciudad de París y que dijo llegar a Roma porque quería ser sacerdote. Aparentemente tranquilo, según la narración de Di Stassio, le pidieron abrir una maleta que traía colgada al cuello, la cual contenía 25 discos LP que, dijo, usaría para las misas en el seminario.
Sin embargo, en cada una de las 13 fundas que contenían droga (de 25), había medio kilo de cocaína oculto. En total, 6.5 kilos.
“No sabemos si había hecho esto antes; su pasaporte era nuevo, lo cual no significa que no haya tenido otro; nos llamó la atención la historia de que quería ser sacerdote, estaba muy tranquilo, pero
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cuando se dio cuenta de que lo habíamos descubierto, cambj actitud y después nos comentó que había recibido 2000 euros eso, cosa que no podemos dar por seguro”, afirmó el Stassi, quien explicó que todas las personas que como él son sorpn., didas transportando droga, inmediatamente se envían a la cárcei Civitavecchia (al noroeste de Roma), antes de ser procesadas.


Ese mismo 16 de junio, pero horas más tarde, detuvieron un ciudadano español de 43 años, proveniente de Venezuela, ç sólo estaba de paso en Roma, pues su destino final era Bruse Le detectaron cinco kilos de cocaína en pequeños envoltorios tribuidos en un colchón inflable que, dijo, llevaba porque pas algunas noches en diferentes estaciones de trenes, pues a partir Bruselas comenzaría un viaje por varios países de Europa. .
Estos dos casos, según Di Stassi, son ilustrativos en el senti( de que quienes se dedican a esto, es decir, a traficar droga ha la Unión Europea, no suelen hacer vuelos directos, pues mi veces con la primera escala que se hace en algún país de la Uni Europea, donde por fuerza pasan los controles aduanales por Acuerdo de Schengen, evitan los controles al final, aunque cui quiera puede ser revisado si levanta sospechas.
Eso hubiera pasado con el mexicano, quien había sido revisa en el aeropuerto de París y cuyas maletas las recogería en Ror Caso contrario al español, que sí debía pasar todos los controles Roma, por ser su primera escala.
El Acuerdo de Schengen, firmado en 1985 pero incorporado al marco le de la Unión Europea en 1999, constituye uno de los pasos más importantes en la h toria de la construcción de la UE. El acuerdo tiene como objetivo finalizar con controles fronterizos dentro del espacio de Schengen —formado por la mayoría los Estados miembros de la Unión— y armonizar los controles fronterizos externo Todos los países del espacio de Schengen, con la excepción de Suiza, Noruega e Islas dia, son miembros de la UE, Por otra parte, dos miembros de la Unión, Irlanda y Reino Unido, han optado por permanecer fuera de Schengen. En diciembre de 20C se incorporaron Malta y ocho Estados de Europa del Este, ampliándose el espacio Schengen a 28 países miembros. Los nuevos miembros son Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia y Malta.

La explicación es que haciendo escala en un aeropuerto internacional europeo distinto al del destino europeo final (en este caso, París, con destino final Roma), quizá el modus operandi es creer que en la primera escala no debe recoger el equipaje —técnicamente el equipaje se retira al final—, por lo que en la final habrá controles menos rígidos, por tratarse de vuelo interno del territorio Schengen.


A diferencia de ciudades como Nueva York, donde los controles son más rígidos, pese a que se trate de una ciudad donde sólo se hace escala, aquí necesariamente se debe retirar el equipaje y volver a documentar si se continúa el viaje hacia otro destino.
Al día siguiente, la Guardia de Finanza informó en un comunicado que la cocaína embargada ese 16 de junio, es decir, esos 11 kilos y medio, hubiera servido para hacer 120000 dosis (de poco menos de un gramo cada una), cuyas ganancias hubieran sido de 10 millones de euros. Lo que quiere decir que cada gramo en Europa cuesta actualmente unos 83 euros. Una explicación más de por qué es tan redituable este negocio.
Por ejemplo, Nicola Gratteri expuso que la ‘Ndrangheta logra comprar el kilo de cocaína en Colombia en 1 200, 1300 o incluso 1 800 euros, dependiendo de su calidad.
Un informe de la Secretaría de Seguridad Pública federal dado a conocer en marzo de este año señala que, asimismo, los narcotraficantes mexicanos adquieren cada kilogramo de cocaína en 1762 dólares, pero que cuando lo venden en Estados Unidos su valor es de 28000 dólares más, es decir, alcanza los 30000 dólares, aproximadamente, cifras que coinciden plenamente con las interceptaciones hechas por las autoridades italianas y norteamericanas a los
8 Cynthia Rodríguez, “Los Zetas toman el control por la ‘forza’ “, Excélsior, 12 de octubre de 2008, p. 6.
Ignacio Alzaga, “sss’: Ganan narcos 28 mii dólares por cada kilo de coca”, Mi- len jo, 15 de marzo de 2009.

miembros de la familia calabresa de los Schirripa. (El mismo ki1 cuando llega hasta Europa, llega a tener un valor de 44000 euro


Sin embargo, según Gratteri, un kilo puede dividirse cuatro veces, y aun un poco más: “De un kilo, cuando la cortas se pueden producir hasta cuatro kilos y medio. La pueden reba jar tanto porque, finalmente con 23 o 24 por ciento (de coc pura), la mezcla que vendan mantiene sus propiedades de estu
pefaciente. .
“Cuando llega al resto de Italia, el gramo rebajado cuesta 50 o euros, por eso las ganancias son sorprendentes”, afirma Gratteri.
En los últimos años, Europa se ha consolidado como el segun do mercado en importancia, después de Estados Unidos, en el con sumo de cocaína.
La mayor parte de esta droga, que proviene de Colombia, Pez y Bolivia, se transporta por vía marítima, y aunque las rutas hai cambiado, en la medida en que se ha ido incrementando la vi lancia en ciertos tramos, los narcotraficantes siguen aprovechar todos aquellos países en los que los controles no son tan estrictø o, simplemente, no existen.
De acuerdo con el último informe de la Dirección Ci para los Servicios Antidroga (DcsA) de Italia, realizado en 2 las áreas privilegiadas para el tránsito y la expedición de la cocaí na que es enviada por vía marítima son las del oeste africano:. archipiélago de Cabo Verde y los Estados que se ubican en el G fo de Guinea, en donde se preparan los cargamentos para Europa principalmente a través de España.
Actualmente, la ruta del oeste africano también se utiliza transportar la cocaína que, proveniente de Sudamérica, va al mer—i cado estadounidense, pues de esta manera se han evitado los controles existentes en el Caribe.
Según el estudio de la DCSA, es así como las organizaciones colombianas se han introducido en algunos países africanos, sobre

todo en Senegal, donde, a través de sociedades importadoras y exportadoras, así como las relacionadas con la pesca, oportunamente establecidas para estos fines, han logrado traficar innumerables cargamentos.


Pero ésta es sólo una línea de tránsito, porque las principales continuan siendo las siguientesbo:
La ruta latinoamericana: donde los países productores trafican la droga vía Argentina y Paraguay, rumbo a Estados Unidos, Canadá y Europa.
La ruta del Pac!7co: desde Colombia, Perú y/o Bolivia, a través de las costas del Pacífico mexicano, hasta llegar a Estados Unidos.
La ruta del Atlántico: donde la droga parte de Venezuela, Colombia, Brasil y/o Argentina rumbo a Europa, llegando a los puertos de Lisboa, Málaga, Marsella, y los que se ubican en la parte del Mar Tirreno y en Sicilia, Italia), o bien a los aeropuertos de Madrid, París, Londres, Frankfurt, Milán y Roma.
De los países sudamericanos que son productores también atraviesan Argentina y Brasil que, cargados de cocaína, llegan por vía marítima hasta Cabo Verde, las Islas Canarias y los países de África occidental, para después dividir la carga en Europa cruzándola, alternadamente, por vía terrestre y por mar.
Actualmente, el continuo monitoreo en esta área marítima ha hecho mover el punto principal del tráfico ilícito de las organizaciones colombianas, venezolanas y mexicanas más al sur, en la zona entre la República de Guinea, Liberia, Sierra Leona y Ghana, donde no existen controles marítimos.
La ruta del Istmo: desde Colombia, la droga alcanza los Estados Unidos atravesando los países del Istmol2 y México.
10 Véase mapa “Las rutas de la cocaína” en pliego anexo.
A la República de Guinea también se le conoce como Guinea Conakry, para diferenciarla de las demás Guineas.
12 Los países del Istmo son Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.


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